Isfahan, es la mitad del mundo

Iran

No dice mucho que Isfahan sea la tercera ciudad en orden de importancia de Irán, lo que llama la atención es su arquitectura que con inusitado esplendor nos lleva al apogeo de esa ciudad en el siglo XVI, aunque algunos edificios ya datan del s XI y se extienden hasta el s XIX. Isfahan ha sido la cuna del Zoroastrismo, los adoradores del fuego y la religión «viva» más antigua, además fue la capital del imperio persa.

En Irán se dice que “Isfahan  es la mitad del mundo”, procurando señalar que la ciudad reúne bellezas que equivalen a las del resto del mundo, lo cual se acerca mucho a la realidad.

El esplendor de la ciudad comenzó en 1598 con el gobierno de Shah Abbas I que reinó desde 1588 hasta 1629 y la transformó en una de las más hermosas de Asia de la época.

Sin embargo su historia se remonta mucho más lejos, cuando Ciro el Grande alrededor del 540 antes de Cristo, unificó el imperio persa. Ya en esa época en Isfahan vivían diversas etnias, dentro de los que se destacan judíos que fueron liberados por Ciro de la cautividad a la que estaban sometidos por los babilonios, lo que demuestra la amplitud y tolerancia del rey. Muchos de ellos permanecieron por siglos en la ciudad, mientras que otros regresaron a Jerusalem.

La tradición contada por el historiador Ibn al-Faqih en el siglo XI, dice que cuando los judíos fueron expulsados por Nabucodonosor huyeron con agua y suelo de Jerusalem y que buscando similitudes, no se asentaron en ningún otro lugar hasta llegar a Isfahan donde encontraron agua y suelo similares a los de Jerusalem. También habitan la ciudad comunidades de armenios y georgeanos de religión católica ortodoxa, que imprimieron un aire de tolerancia, ya evidenciado siglos antes por Ciro.

Es una ciudad pequeña, que se recorre fácilmente, ya que en pocas cuadras están los edificios más destacados, algunos de ellos ubicados sobre la gigantesca plaza Naghsh-i Jahan. Dentro de ellos se destaca la Gran Mezquita de Isfahan, o del Imán (del Sah), construida en el siglo XVII y que está cubierta de mosaicos con caligrafías tanto en los alminares como en la cúpula

También en la plaza está el palacio de Ali Qapu del siglo XVI, construido para el sah Abbas, que tiene una terraza con una profusa decoración y una sala de música, ambas con la vista a la plaza.

Otros de los edificios impresionantes son el palacio de Chehel Sotún donde hay un tradicional jardín persa y la mezquita del jeque Lotf Allah por sus azulejos con profusa decoración.

En la ciudad hay otros edificios importantes que son posteriores en los cuales se puede admirar la arquitectura islámica del Imperio safávida.

Ibn Battuta, el célebre viajero del mundo árabe comparado con el Marco Polo de occidente, y cuya historia recomiendo leer, la visitó en el 1327 y escribió que era una de las más grandes y hermosas de las ciudades existentes

Tuvimos la suerte que Ali Reza, nuestro guía era un profundo conocedor de la historia de la ciudad, que recorrimos lentamente como tratando de impregnarnos de los siglos de historia que almacena. Estuvo muy interesante, no sólo la visita a los edificios históricos, sino también al Bazar, tradicional mercado oriental, donde conviven la venta de los más diversos artículos alimentarios, y también zapatos u ollas fabricadas a mano, hasta las joyerías con relucientes productos de oro. Lo que más nos llamó la atención que los negocios con más clientes eran justamente las joyerías, con mujeres ávidas de llevarse una alhaja.

Lamentablemente el esplendor de la ciudad terminó con el saqueo de 1722 realizado por invasores afganos y también lamentablemente al día siguiente tuvimos que dejar la ciudad para continuar con nuestro viaje. Sin embargo, Isfahan quedará para siempre en mi recuerdo, principalmente por el esplendor de sus cúpulas y mosaicos, pero también por su historia milenaria, que disfrutamos paso a paso.

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